sábado, 22 de abril de 2017

El 22 de abril se celebra en todo el mundo el Día de la Tierra, una expresión tan sencilla como llena de contenido, ya que hace referencia al planeta que habitamos y lo que estamos haciendo con él para las futuras generaciones.

El origen de esta conmemoración se sitúa en 1970, año en el que se inició un movimiento medioambiental en Estados Unidos que sacó a la calle a 20 millones de personas para luchar por un entorno más saludable.
Tras esta manifestación se logró concienciar a los políticos sobre la importancia de la naturaleza y el cuidado del medio ambiente, y se creó la Agencia de Protección al Medio Ambiente de Estados Unidos. Esta asociación se encarga de las leyes para conseguir aire limpio, agua potable y conservar especies en peligro de extinción.
El Doodle de hoy sigue la historia de un zorro que sueña con una Tierra que ha sido contaminada y afectada negativamente por el cambio climático. El zorro se despierta con un sobresalto y, con rapidez, comienza a hacer pequeños cambios de estilo de vida para cuidar la Tierra. A lo largo del camino el zorro recluta a amigos (incluyendo a Momo, el gato, y la rana favorita de Google, Weather) para unirse a su búsqueda para proteger y mejorar el medio ambiente.
Para combatir situaciones como el blanqueo de coral y la contaminación, los tres eco-guardianes de Google toman medidas como comer menos carne, compartir y desenchufar dispositivos electrónicos no utilizados...
Naciones Unidas decidió designar el 22 de abril como el Día Internacional de la Madre Tierra al reconocer que nuestro planeta y sus ecosistemas son el hogar de la humanidad y que si queremos conseguir un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras es necesario promover la armonía con la naturaleza.
En esta jornada es cuando de alguna manera todos los países, instituciones y ciudadanos tomamos conciencia de que tenemos que celebrar, pero sobre todo de que debemos cuidar el planeta.
Si nos preocupáramos más por compartir información medioambiental, nos solidarizáramos con el reciclaje de envases, nos comprometiéramos con el ahorro de agua, con la utilización de energías limpias o conociéramos la lista de los animales en peligro de extinción, sin duda contribuiríamos a mejorar lo que nos rodea y lo que dejaremos a las futuras generaciones.
Y para que no todo se quede en la teoría, ¿qué puedes hacer tú por la Tierra?
El País. Alberto López

domingo, 2 de abril de 2017

FUENTES EN MADRID


El Ayuntamiento estudia un proyecto de Ecologistas en Acción para llenar de fuentes el corazón de la capital.
El plan supondría pasar de 17 fuentes hasta 125 en el distrito Centro. Ésta fue la segundapropuesta más votada en los presupuestos participativos











Una fuente con dos caños para beber agua fresca en frente del Congreso de los Diputados. Otra fuente en Callao. Dos en la Puerta del Sol. Un montón por la calle de Alcalá. Y en la Cuesta de Moyano, en Cascorro, en Mayor, en la Cuesta de San Vicente, en la plaza de Bilbao, y en la de Alonso Martínez también. Fuentes por todas partes. Hasta en Preciados. Ése es el objetivo que se ha marcado la asociación Ecologistas en Acción, que ha presentado un proyecto al Ayuntamiento para llenar de fuentes públicas el distrito Centro de la capital.
El Gobierno de Manuela Carmena está estudiando este plan y decidiendo cómo llevarlo a cabo durante 2017, cumpliendo con la petición realizada en los presupuestos participativos de 2016. La segunda propuesta más respaldada en este proceso de consulta ciudadana fue «recuperar las fuentes de agua potable».
El proyecto de Ecologistas, que probablemente tendrá algunas modificaciones antes de ser aprobado, supondría la instalación de 98 nuevas fuentes y el arreglo de 10 que en la actualidad están fuera de servicio. De ese modo, el centro de la capital pasaría de tener 17 fuentes operativas a 125
El coste estimado de esta actuación sería aproximadamente de 98.000 euros, en el caso de que sólo se pusiera un caño de agua en cada fuente, o de 156.000 euros, si fueran dos caños. Según cálculos del Ayuntamiento, la fuente de un caño, incluyendo instalación, conexión a la red de abastecimiento y a la de saneamiento es de 1.000 euros, aproximadamente. Este desembolso correspondería principalmente al Consistorio, aunque la gestión del agua corre a cargo del Canal de Isabel II, dependiente de la Comunidad de Madrid, por lo que esta entidad pública podría contribuir también tanto en la reparación, instalación y mantenimiento de las fuentes como en el coste mismo del agua.
«La propuesta la hemos planteado dentro del concepto de que el agua es un derecho humano universal y que todo el mundo puede tener la posibilidad de beber sin tener que pagar», explica un portavoz de Ecologistas en Acción. «Es un proyecto elaborado con bastante detalle, con los lugares exactos donde creemos que deben ponerse». 
El distrito Centro tiene 113 kilómetros de calzada y 132.644 habitantes, según datos del Anuario Estadístico Municipal 2016. De aprobarse la propuesta, se instalaría una fuente cada 6,6 km con una distribución homogénea.
«Poner más fuentes en el centro de las grandes ciudades es algo habitual en los últimos años, es lo mismo que han hecho Roma o París», añaden fuentes de la organización ecologista. «Es algo que viene bien a todos los ciudadanos y también dan servicio a los turistas».
Según datos actualizados del Consistorio, en la actualidad hay 1.619 fuentes en Madrid, de las cuales 1.336 están en uso, después de que el Ayuntamiento pusiera en marcha el año pasado un plan para recuperar 528 de estas fuentes e instalar 180 nuevas. 
Esta cantidad es muy inferior a la que había hace cuatro décadas, según la Asociación de Viandantes A Pie y la Fundación para el Progreso de Madrid, que calcula que en los años 80 había alrededor de 4.000 fuentes en uso.
«La ausencia de mantenimiento, su deterioro y eliminación a lo largo de este tiempo se deben, entre otras causas, a la pérdida del espacio público como un bien colectivo», dicen en la asociación. «Las vías y plazas no se consideran como espacios públicos de encuentro vecinal, sino como elementos urbanísticos por los que se circula, compra o consume», concluyen.
Si se aprobara este proyecto, como parece probable, el objetivo a medio plazo de la organización verde es ampliar la red de fuentes públicas por toda la ciudad. «No se pretende que la propuesta quede únicamente en el distrito Centro», afirman desde Ecologistas en Acción. «Es necesario replicarla en todos los distritos para hacer de Madrid una ciudad con mayor calidad de vida», sentencian.